Acuso al aroma y a las vísperas de tardes en altavoz,
que nos dejan estas huellas,
este peso foráneo, tan suyo y tan nuestro,
este peso foráneo, tan suyo y tan nuestro,
que sin necesidad de merodearte,
sus pasos ignoran tu materia y así te va,
a veces bien y a veces mal.
De a pocos te vas haciendo herida perdida y húmeda.
Sí, te quedan los vestigios de cuando eras grande, feliz e ignorante.
¿Cómo es que amenazas un pasado?
Aunque no lo creas arrastras un futuro inocuo,
debilitado que te hunde en su presencia.
Así respiras y se te va la absurda vida mía.
Por omisión y musgo, te haces piedra.
----- Otro mecánico suicidio en off.-----
Absórbeme la pálida grosería, para así no sentirme tan sin verbo tan sin voz.