de Jennyffer Salazar Ercilla, el Domingo, 06 de febrero de 2011 a las 15:24
Blindaje concupiscente,
si te tienes que perder,
déjame sabores y una no-efervecencia dañina,
tan duradera, tan mezquina.
Si es necesaria la despedida y los cánticos desnudos,
que no vierta de tu volátil resistencia, desdén y ese olor fétido,
que emerge de algún presagio fresco,
olvidado en algún rincón multicolor.
Ay blindaje concupiscente, tanto tamblor.
Ay veneno maldito, tanto amor.
Tan fluorescente mi madama saeta.
Cuidado B.C
Atte.
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